No soporto a los conductores de los híbridos
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En el artículo (¿sensacionalista?) se hacen reflexiones sobre la conducción eficiente por parte de los conductores de los automóviles híbridos.
"Son las 12 de la mañana, la inmensa mayoría de los conductores hace horas que ha dejado su coche aparcado en el trabajo o en su propia casa, si es que teletrabajan; el tráfico en Madrid es absolutamente fluido y, de repente, me veo obstaculizado por un coche que circula anormalmente despacio y que da la impresión de no saber muy bien qué hacer o por dónde ir, y ese coche suele ser un Toyota.
En inicio, esto ocurría más con el Prius, pero ahora suelen ser Corolla, Yaris, C-HR e incluso RAV4... Y yo me pregunto: ¿Qué les pasa? ¿Por qué no van a un ritmo normal?
Sin duda, ese gen de conductor madrileño, que me lleva a conducir siempre con prisa aunque no llegue tarde, es el que hace que me desquicie.
Y de repente, un día, conduciendo a media mañana por la M-30, recibo un bocinazo y al mirar por el retrovisor veo que el conductor de un coche alemán me hace aspavientos como para indicarme que acelere, que le estoy entorpeciendo.
En ese momento, me doy cuenta de que voy al volante de un Toyota C-HR y caigo en la cuenta de que mi mente ha debido sufrir algún tipo de mutación. Algo me lleva a circular pensando más en reducir el consumo al máximo que en llegar cuanto antes a mi destino.
Sí, no soporto a los conductores de Toyota, y a la vez ¡soy yo el que esta vez conduce el Toyota! ¿Me estoy volviendo loco? No, para nada. Lo que pasa es que Toyota ha logrado algo que el resto de fabricantes anhela: asociar su marca a la eficiencia.
Llevan años hablando, fabricando y vendiendo híbridos como churros y eso supone que sea la primera marca que la gente se plantea cuando quiere comprar un coche con Etiqueta ECO de la DGT. Y como cada vez más modelos de su catálogo son híbridos, cruzarte con uno de ellos no es casualidad, sino la tónica habitual en el día a día de la capital.
Algo similar ocurre cuando hablas de la tracción integral, muchos seguramente piensen en los Audi quattro; y en su época, cuando todo el mundo quería un diésel, directamente lo llamaba TDI, aunque estuviera pensando en un modelo que no era del Grupo VW.
Por si eres fan de Toyota y todavía no te ha quedado claro, te confirmo que no sólo no tengo absolutamente nada en contra de Toyota, sino que creo que es digno de aplauso cómo han sabido que su mensaje de coches eficientes cale en la sociedad.
Y, además, para dejar claro que no sólo saben hacer coches eficientes, ahí tienen su gama GR (GR Supra, GR Yaris y GR86) para hacernos vibrar con su sonido, prestaciones y comportamiento.
Una reflexión al ralentí
Esto me lleva a reflexionar sobre si la emoción de conducir va a desaparecer cuando ya sólo se fabriquen coches eléctricos. Y en esto no me importa jugármela, estoy seguro de que no.
Habrá eléctricos que nos dejen con la boca abierta no sólo por su salvaje aceleración, que eso ya lo tenemos a día de hoy, sino que nos corten en aliento en una carretera de curvas, incluso con su sonido, aunque sea artificial. No, no será como un V8 rugiendo a todo pulmón, pero o nos adaptamos o morimos. Es lo que hay.
Un consejo
Como no puede ser de otra manera, mi consejo en este caso tiene que ir dirigido hacia una conducción eficiente. Así que te recomiendo que leas cómo hacer una conducción eficiente y ahorrar hasta un 15% de combustible.
Y si quieres profundizar un poquito más y saber cómo hacer que un híbrido gaste menos, te recomiendo este vídeo:
¿Cómo reducir el consumo en un coche híbrido?
Artículo de Enrique Trillo (AutoBild España)
Estos son los consejos: (
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)
1. Arranque y puesta en marcha: Arranca el motor sin pisar el acelerador e inicia la marcha inmediatamente después del arranque. En motores turboalimentados, espera dos o tres segundos antes de iniciar la marcha.
2. Primera velocidad: Úsala solo para iniciar la marcha y cambia a segunda a los dos segundos o seis metros, aproximadamente.
3. Aceleración y cambios de marchas según las revoluciones: En los motores de gasolina, antes de las 2.000 rpm. En los motores diésel, antes de las 1.500 rpm.
4. Aceleración y cambios de marchas según la velocidad: A segunda, a los 2 segundos o 6 metros, aproximadamente; a tercera, a partir de unos 30 km/h; a cuarta, a partir de unos 40 km/h; a quinta, por encima de los 50 km/h. Es importante acelerar ágilmente tras la realización del cambio.
5. Aceleración per se: No se trata de ir con el pedal a fondo, pero es preferible usar el acelerador sin miedo para ponernos a la velocidad que luego vamos a mantener que acelerar de manera prolongada alargando el proceso.
6. Utilización de las marchas: Circula lo más posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones. Es preferible usar marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida (el uso más eficiente del pedal acelerador tiene lugar entre el 50 y el 70% de su recorrido) que en marchas cortas con el acelerador menos pisado. En ciudad, siempre que sea posible, utiliza la 4ª y la 5ª marcha, respetando siempre los límites de velocidad.
7. Indicadores de cambio de marchas: La mayoría de los coches modernos cuenta con un chivato que se enciende cuando el punto de cambio es óptimo. Está bien utilizarlo como guía, pero por norma general sugieren la subida de marcha demasiado pronto, lo que puede provocar que el motor se quede muerto. Hay que evaluar la situación.
8. Velocidad de circulación: La regularidad es la clave, se consciente de que a velocidad quieres ir y mantenla lo más uniforme posible, buscando la fluidez y evitando cambios bruscos de ritmo.
9. Deceleración: Levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo con la marcha engranada en ese instante. Frena de forma suave. Reduce la marcha lo más tarde posible, con especial atención en las bajadas. Recuerda que circulando por encima de unos 20km/h con una marcha metida y sin pisar el acelerador, el consumo de carburante es nulo. En cambio, a ralentí, el motor del coche consume entre 0,5 y 0,7 l/h. Los sistemas start-stop pueden ayudarte en este punto.
10. Detención: Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detén el coche sin reducir previamente de marcha.
11. Paradas: Si son prolongadas (por encima de 60 segundos), es recomendable apagar el motor, que ya hemos visto que al ralentí consume.
12. Anticipación y previsión: Conduce siempre con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver dos o tres vehículos por delante. En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levanta el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.
13. Seguridad: En la mayoría de las situaciones, aplicar las reglas de la conducción eficiente contribuye al aumento de la seguridad vial. Pero, obviamente, existen circunstancias que requieren acciones específicas distintas, para que la seguridad no se vea afectada.
14. Carga. Cuanto mayor sea el peso, más duro tendrá que trabajar el motor y más combustible consumirá. Es una buena idea comprobar el área de carga y eliminar cualquier bulto innecesario.
15. Bacas de techo. Las bacas y los baúles de techo aumentan la resistencia al viento y pueden hacer que el propulsor trabaje más. Solo hay que utilizarlos si es indispensable, es preferible llevar todos los bultos en el maletero.
16. Neumáticos. Se debe mantener los neumáticos a la presión correcta y recomendada. Solo esta medida puede reducir la cantidad de combustible utilizado en un 3-4%. Las cubiertas desinfladas aumentan la resistencia a la rodadura y, por lo tanto, los consumos (además del mayor desgaste de las gomas).
17. Aire acondicionado y otros dispositivos. Utilizar el sistema de aire acondicionado y otros elementos que consuman energía, como el parabrisas calefactado, únicamente cuando haga falta. También hay que recordar que abrir las ventanillas incrementa la resistencia al viento y también el gasto de carburante.
18. Elegir el aceite adecuado. Hay que utilizar aceites de buena calidad, con el grado de viscosidad y calidad recomendados en el manual del usuario del coche.
19. Se debe mantener la correcta puesta a punto del motor para que funcione con eficiencia. Tener las ruedas bien alineadas y sustituir los filtros de aire cuando sea necesario. Además, utilizar un combustible con buenos aditivos detergentes para que el propulsor esté limpio.

No soporto a los conductores de los híbridos
Reflexionamos sobre el tipo de conducción conservadora al que nos 'empujan' los coches híbridos. ¿Realmente la eficiencia lo justifica todo?
En el artículo (¿sensacionalista?) se hacen reflexiones sobre la conducción eficiente por parte de los conductores de los automóviles híbridos.
"Son las 12 de la mañana, la inmensa mayoría de los conductores hace horas que ha dejado su coche aparcado en el trabajo o en su propia casa, si es que teletrabajan; el tráfico en Madrid es absolutamente fluido y, de repente, me veo obstaculizado por un coche que circula anormalmente despacio y que da la impresión de no saber muy bien qué hacer o por dónde ir, y ese coche suele ser un Toyota.
En inicio, esto ocurría más con el Prius, pero ahora suelen ser Corolla, Yaris, C-HR e incluso RAV4... Y yo me pregunto: ¿Qué les pasa? ¿Por qué no van a un ritmo normal?
Sin duda, ese gen de conductor madrileño, que me lleva a conducir siempre con prisa aunque no llegue tarde, es el que hace que me desquicie.
Y de repente, un día, conduciendo a media mañana por la M-30, recibo un bocinazo y al mirar por el retrovisor veo que el conductor de un coche alemán me hace aspavientos como para indicarme que acelere, que le estoy entorpeciendo.
En ese momento, me doy cuenta de que voy al volante de un Toyota C-HR y caigo en la cuenta de que mi mente ha debido sufrir algún tipo de mutación. Algo me lleva a circular pensando más en reducir el consumo al máximo que en llegar cuanto antes a mi destino.
Sí, no soporto a los conductores de Toyota, y a la vez ¡soy yo el que esta vez conduce el Toyota! ¿Me estoy volviendo loco? No, para nada. Lo que pasa es que Toyota ha logrado algo que el resto de fabricantes anhela: asociar su marca a la eficiencia.
Llevan años hablando, fabricando y vendiendo híbridos como churros y eso supone que sea la primera marca que la gente se plantea cuando quiere comprar un coche con Etiqueta ECO de la DGT. Y como cada vez más modelos de su catálogo son híbridos, cruzarte con uno de ellos no es casualidad, sino la tónica habitual en el día a día de la capital.
Algo similar ocurre cuando hablas de la tracción integral, muchos seguramente piensen en los Audi quattro; y en su época, cuando todo el mundo quería un diésel, directamente lo llamaba TDI, aunque estuviera pensando en un modelo que no era del Grupo VW.
Por si eres fan de Toyota y todavía no te ha quedado claro, te confirmo que no sólo no tengo absolutamente nada en contra de Toyota, sino que creo que es digno de aplauso cómo han sabido que su mensaje de coches eficientes cale en la sociedad.
Y, además, para dejar claro que no sólo saben hacer coches eficientes, ahí tienen su gama GR (GR Supra, GR Yaris y GR86) para hacernos vibrar con su sonido, prestaciones y comportamiento.
Una reflexión al ralentí
Esto me lleva a reflexionar sobre si la emoción de conducir va a desaparecer cuando ya sólo se fabriquen coches eléctricos. Y en esto no me importa jugármela, estoy seguro de que no.
Habrá eléctricos que nos dejen con la boca abierta no sólo por su salvaje aceleración, que eso ya lo tenemos a día de hoy, sino que nos corten en aliento en una carretera de curvas, incluso con su sonido, aunque sea artificial. No, no será como un V8 rugiendo a todo pulmón, pero o nos adaptamos o morimos. Es lo que hay.
Un consejo
Como no puede ser de otra manera, mi consejo en este caso tiene que ir dirigido hacia una conducción eficiente. Así que te recomiendo que leas cómo hacer una conducción eficiente y ahorrar hasta un 15% de combustible.
Y si quieres profundizar un poquito más y saber cómo hacer que un híbrido gaste menos, te recomiendo este vídeo:
¿Cómo reducir el consumo en un coche híbrido?
Artículo de Enrique Trillo (AutoBild España)
Estos son los consejos: (

Cómo hacer una conducción eficiente y ahorrar hasta un 15% de combustible
Descubre cómo hacer una conducción eficiente, todas las claves y consejos para ahorrar hasta un 15% de combustible y contaminar menos.
1. Arranque y puesta en marcha: Arranca el motor sin pisar el acelerador e inicia la marcha inmediatamente después del arranque. En motores turboalimentados, espera dos o tres segundos antes de iniciar la marcha.
2. Primera velocidad: Úsala solo para iniciar la marcha y cambia a segunda a los dos segundos o seis metros, aproximadamente.
3. Aceleración y cambios de marchas según las revoluciones: En los motores de gasolina, antes de las 2.000 rpm. En los motores diésel, antes de las 1.500 rpm.
4. Aceleración y cambios de marchas según la velocidad: A segunda, a los 2 segundos o 6 metros, aproximadamente; a tercera, a partir de unos 30 km/h; a cuarta, a partir de unos 40 km/h; a quinta, por encima de los 50 km/h. Es importante acelerar ágilmente tras la realización del cambio.
5. Aceleración per se: No se trata de ir con el pedal a fondo, pero es preferible usar el acelerador sin miedo para ponernos a la velocidad que luego vamos a mantener que acelerar de manera prolongada alargando el proceso.
6. Utilización de las marchas: Circula lo más posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones. Es preferible usar marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida (el uso más eficiente del pedal acelerador tiene lugar entre el 50 y el 70% de su recorrido) que en marchas cortas con el acelerador menos pisado. En ciudad, siempre que sea posible, utiliza la 4ª y la 5ª marcha, respetando siempre los límites de velocidad.
7. Indicadores de cambio de marchas: La mayoría de los coches modernos cuenta con un chivato que se enciende cuando el punto de cambio es óptimo. Está bien utilizarlo como guía, pero por norma general sugieren la subida de marcha demasiado pronto, lo que puede provocar que el motor se quede muerto. Hay que evaluar la situación.
8. Velocidad de circulación: La regularidad es la clave, se consciente de que a velocidad quieres ir y mantenla lo más uniforme posible, buscando la fluidez y evitando cambios bruscos de ritmo.
9. Deceleración: Levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo con la marcha engranada en ese instante. Frena de forma suave. Reduce la marcha lo más tarde posible, con especial atención en las bajadas. Recuerda que circulando por encima de unos 20km/h con una marcha metida y sin pisar el acelerador, el consumo de carburante es nulo. En cambio, a ralentí, el motor del coche consume entre 0,5 y 0,7 l/h. Los sistemas start-stop pueden ayudarte en este punto.
10. Detención: Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detén el coche sin reducir previamente de marcha.
11. Paradas: Si son prolongadas (por encima de 60 segundos), es recomendable apagar el motor, que ya hemos visto que al ralentí consume.
12. Anticipación y previsión: Conduce siempre con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver dos o tres vehículos por delante. En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levanta el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.
13. Seguridad: En la mayoría de las situaciones, aplicar las reglas de la conducción eficiente contribuye al aumento de la seguridad vial. Pero, obviamente, existen circunstancias que requieren acciones específicas distintas, para que la seguridad no se vea afectada.
14. Carga. Cuanto mayor sea el peso, más duro tendrá que trabajar el motor y más combustible consumirá. Es una buena idea comprobar el área de carga y eliminar cualquier bulto innecesario.
15. Bacas de techo. Las bacas y los baúles de techo aumentan la resistencia al viento y pueden hacer que el propulsor trabaje más. Solo hay que utilizarlos si es indispensable, es preferible llevar todos los bultos en el maletero.
16. Neumáticos. Se debe mantener los neumáticos a la presión correcta y recomendada. Solo esta medida puede reducir la cantidad de combustible utilizado en un 3-4%. Las cubiertas desinfladas aumentan la resistencia a la rodadura y, por lo tanto, los consumos (además del mayor desgaste de las gomas).
17. Aire acondicionado y otros dispositivos. Utilizar el sistema de aire acondicionado y otros elementos que consuman energía, como el parabrisas calefactado, únicamente cuando haga falta. También hay que recordar que abrir las ventanillas incrementa la resistencia al viento y también el gasto de carburante.
18. Elegir el aceite adecuado. Hay que utilizar aceites de buena calidad, con el grado de viscosidad y calidad recomendados en el manual del usuario del coche.
19. Se debe mantener la correcta puesta a punto del motor para que funcione con eficiencia. Tener las ruedas bien alineadas y sustituir los filtros de aire cuando sea necesario. Además, utilizar un combustible con buenos aditivos detergentes para que el propulsor esté limpio.