Lexus ha presentado el LF-ZL en el salón internacional de la movilidad de Japón, un avance de un nuevo SUV eléctrico con un habitáculo espacioso y con mucha tecnología.
Al igual que el LF-ZC, está sustentado por una nueva e innovadora estructura modular formada mediante “gigacasting” que divide el vehículo en partes delantera, central y trasera. También avanzará por la línea de montaje de forma autónoma conduciendo sólo con su batería, motor, neumáticos y controladores inalámbricos.
Sus dimensiones son muy generosas, hasta el punto que puede convertirse en un buque insignia de la marca nipona. Mide 5,3 m de largo, 2,02 m de ancho y 1,7 m de alto, con una batalla de 3,35 m. Dispone de un piso completamente plano y está lleno de tecnología en su interior para mantener entretenidos a los ocupantes.
Cuenta con cuatro plazas. Los asientos de la parte trasera son sillones que se pueden reclinar, y se encuentran divididos por una parte hecha en bambú.
En este SUV se ha instalado un nuevo sistema operativo, denominado Arene, que aprende y anticipa las necesidades del conductor y personaliza la experiencia de movilidad para él.
Monta unas baterías avanzadas de alto rendimiento con una estructura prismática, que tienen una densidad de energía excelente al simplificar y compactar la estructura de la batería. Y ofrecerán una autonomía mejorada en comparación con un vehículo eléctrico tradicional.
A la izquierda del volante encontramos una pequeña pantalla vertical para la palanca de cambios y los diversos modos de conducción. A la derecha hay otra pantalla similar que alberga los controles multimedia. Mientras, en la misma base del parabrisas hay un grupo de instrumentos digitales. Desde el centro hasta el lado del pasajero hay una amplia pantalla táctil. Desde aquí se controlarán todos los sistemas de entretenimiento del vehículo y otros controles del vehículo.
También se han añadido pequeñas pantallas circulares a la consola central.
A diferencia del LF-ZC, el fabricante japonés no ha confirmado si el LF-ZL llegará a producción.
Al igual que el LF-ZC, está sustentado por una nueva e innovadora estructura modular formada mediante “gigacasting” que divide el vehículo en partes delantera, central y trasera. También avanzará por la línea de montaje de forma autónoma conduciendo sólo con su batería, motor, neumáticos y controladores inalámbricos.
Sus dimensiones son muy generosas, hasta el punto que puede convertirse en un buque insignia de la marca nipona. Mide 5,3 m de largo, 2,02 m de ancho y 1,7 m de alto, con una batalla de 3,35 m. Dispone de un piso completamente plano y está lleno de tecnología en su interior para mantener entretenidos a los ocupantes.
Cuenta con cuatro plazas. Los asientos de la parte trasera son sillones que se pueden reclinar, y se encuentran divididos por una parte hecha en bambú.
En este SUV se ha instalado un nuevo sistema operativo, denominado Arene, que aprende y anticipa las necesidades del conductor y personaliza la experiencia de movilidad para él.
Monta unas baterías avanzadas de alto rendimiento con una estructura prismática, que tienen una densidad de energía excelente al simplificar y compactar la estructura de la batería. Y ofrecerán una autonomía mejorada en comparación con un vehículo eléctrico tradicional.
A la izquierda del volante encontramos una pequeña pantalla vertical para la palanca de cambios y los diversos modos de conducción. A la derecha hay otra pantalla similar que alberga los controles multimedia. Mientras, en la misma base del parabrisas hay un grupo de instrumentos digitales. Desde el centro hasta el lado del pasajero hay una amplia pantalla táctil. Desde aquí se controlarán todos los sistemas de entretenimiento del vehículo y otros controles del vehículo.
También se han añadido pequeñas pantallas circulares a la consola central.
A diferencia del LF-ZC, el fabricante japonés no ha confirmado si el LF-ZL llegará a producción.