Yo también hice ese camino. Alguna vez ha ido mi mujer en el asiento central y es un espacio minúsculo, aunque similar a cualquier coche actual.
Vi esos aparatos para cambiar la posición del Isofix y de primeras parecía buena idea, hasta que piensas en el motivo para que estén ahí.
A mí me daba más inseguridad el cómo podría afectar la apertura de los airbags laterales o si podía soltarse en un golpe. Y como no es algo de necesidad en nuestro caso pues nada.
Supongo que si fuera de imperiosa necesidad (por ejemplo, tres sillitas) se pondría, aunque en ese caso se habría comprado una fragoneta muy a mi pesar, pero como se usa muy esporádicamente la plaza central y, además, da para ponerse el cinturón de seguridad, pues nada.