Es una tontería, pero os sugiero que si sois detallistas, vuestro primer mandamiento cuando limpiéis vuestro coche sea " jamás limpiaré el salpicadero", cualquier trapo que paséis, que sea como si el salpicadero fuera de papel de fumar y lo podéis atravesar, porque a la mínima presión tenéis garantizado un arañazo.
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