Tenemos que tener claro que los asistentes que llevamos son solo ayudas a la conducción por lo que siempre hay que estar atento.
Os pego una info donde se describen los diferentes niveles de conducción autónoma. El Corolla a mi entender estaría en un nivel 2 parcial (al igual que un Tesla Model S).
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Niveles de la conducción autónoma
(En los primeros niveles el conductor es el responsable del gobierno del vehículo).
Nivel 0: sin automatización de la conducción
El conductor
realiza todas las tareas que engloba la conducción. Se incluyen en este nivel los vehículos que tengan asistentes a la conducción cuyas funciones no implican el control lateral o longitudinal del vehículo. Un ejemplo es el sistema de
detección de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores.
Nivel 1: asistencia al conductor
Los vehículos que se incluyen en este nivel tienen asistentes a la conducción que pueden controlar el movimiento
lateral o longitudinal, nunca los dos a la vez. Unos dispositivos de este tipo son, por ejemplo, el
programador de velocidad activo -controla el movimiento longitudinal- o un asistente de ayuda al aparcamiento de los que solo puede accionar el volante -el conductor opera los pedales-.
Nivel 2: automatización parcial de la conducción
En este nivel, los vehículos tienen asistentes a la conducción que pueden
controlar el movimiento lateral y también el longitudinal. El conductor es el único responsable de la conducción porque estos asistentes tienen un ámbito de uso limitado y además el vehículo
no está preparado para ejecutar una respuesta ante la detección de obstáculos imprevistos.
Un
sistema de mantenimiento en el centro del carril trabajando junto a un programador de velocidad activo es un ejemplo de automatización de nivel 2. También lo es un asistente de conducción en atascos y algunos de ayuda al aparcamiento que operan el volante y los pedales.
El primer coche con un nivel 2 fue el
Mercedes-Benz Clase S 2013. Los modelos de Tesla, como el
Model X, también son nivel 2, al igual que otros modelos de las marcas Audi, BMW, DS, Ford, Jaguar, Hyundai, Land Rover, Lexus, Nissan, Peugeot, SEAT y Volvo, entre otras.
A partir del Nivel 3 hay un salto cualitativo grande porque el vehículo tiene un sistema de conducción automatizada que puede realizar la totalidad de las tareas que engloba la conducción.
Nivel 3: automatización condicional de la conducción
A partir de este nivel, el conductor puede decidir que el sistema de conducción automatizada tome el control sobre el vehículo y
realice todas las funciones de la conducción con unas ciertas limitaciones.
En el Nivel 3, el conductor no necesita supervisar la conducción, pero sí ha de estar alerta e intervenir cuando el sistema lo requiera porque este
no sepa cómo actuar ante una situación de riesgo. El sistema se desactiva de inmediato cuando el conductor lo solicita y también demanda la intervención del conductor cuando detecta algún fallo en su funcionamiento o cuando los
límites de su ámbito de actuación van a ser sobrepasados —el sistema se diseña con limitaciones geográficas, o por situaciones provocadas por obras, etc—. El aviso da un margen de tiempo, de varios segundos, para que el conductor retome el control (en inglés,
handover).
Nivel 4: alta automatización de la conducción
En este nivel, el sistema de conducción automatizada puede guiar el vehículo de forma sostenida en el tiempo
sin la expectativa de que el conductor responda ante una demanda de intervención, salvo cuando se encuentre fuera de su ámbito de funcionamiento. El sistema está preparado para actuar ante una situación imprevista de peligro y para realizar sin ayuda el conjunto de acciones que desenlacen en la situación más segura posible (se le denomina situación de mínimo riesgo).
El sistema de conducción automatizada de los vehículos de nivel 4 también tiene, al igual que en el nivel 3, un
ámbito de funcionamiento limitado. Mientras el vehículo se encuentre dentro de ese ámbito, el conductor puede elegir cuándo pone en funcionamiento el sistema y también puede solicitar la desconexión para retomar el control del vehículo, aunque en este caso, a diferencia de en el nivel 3, el sistema puede demorar su desconexión si lo considera necesario. Otra diferencia entre ambos niveles es que en el tres, el tiempo que da el coche al conductor para que retome la conducción es de segundos y en el cuatro puede ser de minutos. Además, en el caso de que el conductor no lo haga, el vehículo será capaz de detenerse en una zona segura (no se espera que el conductor retome el control).
Nivel 5: automatización total de la conducción
En el nivel 5, el sistema de conducción automatizada (ADS; automated driving system) tiene un ámbito de funcionamiento que comprende
todas las condiciones y lugares por los que podría circular un conductor humano. Esto quiere decir que para el ADS
no se diseñan limitaciones geográficas o climatológicas y, por tanto, que el vehículo
puede prescindir de un conductor y de elementos como el volante o los pedales.
Aunque quizás parezca razonable que la industria vaya escalando de un nivel a otro hasta lograr la autonomía total, la complejidad técnica y la variabilidad estratégica que entraña el desafío del coche autónomo han propiciado un proceso de diversificación empresarial profunda que da respuesta a todas las nuevas oportunidades de negocio.
Algunas empresas trabajan para satisfacer la demanda de movilidad compartida, cada vez mayor en ámbitos urbanos. En este sentido, uno de los objetivos principales de empresas como Waymo (la división de vehículos autónomos de Google) y Uber, por ejemplo, es desarrollar vehículos de
nivel 5 geofenced (o lo que es lo mismo, con un ámbito geográfico de actuación limitado, pero sin necesidad de conductor) que puedan operar como taxis urbanos autónomos. A finales de 2018, Waymo puso en marcha un proyecto piloto mediante el que ofrece este servicio en una zona de los suburbios de la ciudad de Phoenix (Arizona, EE. UU.).
Algunas compañías están centrando sus esfuerzos en delimitar otros ámbitos de funcionamiento en modo autónomo para coches y camiones, como determinadas rutas por autopista. Otras, como por ejemplo Tesla o Audi, también trabajan para llevar las soluciones tecnológicas de la conducción autónoma al vehículo particular en un sentido más general, con el objetivo de evolucionar hacia el nivel 5, aunque no se espera que este sea una realidad a corto o medio plazo.