La rueda de repuesto viene bien para casos como rajar un neumático o doblar una llanta por un agujero en la calzada.
Además de que el líquido te va a hacer cambiar de válvula y, como toque cambiar de neumático, sería la pareja.
No es lo más probable del mundo, casi siempre suele valer con hinchar y tirar hasta el taller de neumáticos pero os voy a contar un secreto, una vez doblé una llanta en un polígono industrial (por el día, no seamos malos) y si no llego a llevar rueda de repuesto me dan los siete males porque me hacía falta el coche y era fin de semana.
Resto de veces creo que con un compresor habría salido del paso. Ni líquido siquiera. Aunque como no siempre lo he tenido pues he cambiado rueda y fuera, este es el primero que tengo con galleta, espero no arrepentirme.