El sistema tiene sus "peculiaridades" y requiere de cierta adaptación. O convivencia se podría decir, dado que por momentos parece que la conducción es compartida.
Cuando detecta bien las líneas del carril (en el indicador del salpicadero te marca los dos bordes en blanco, mientras que cuando no lo hace solo te indica su silueta con fondo negro) y los fija, te lleva exactamente por el centro en todo momento (y salen unas bandas azules a los lados de los límites de carril), lo que se traduce en un trazado perfecto que a menudo se anticipa al tuyo propio. Eso puede dar la sensación de que solo sujetas el volante y obedeces a sus indicaciones. A mí al principio me atacaba al ego porque
yo trazo perfectamente, claro, 
pero la verdad es que el cabr*n de coche traza mejor que yo y supongo que la mayoría de nosotros. Ahí te das cuenta de que él, en condiciones adecuadas, no se despista ni una fracción de segundo. Pero, hasta que te haces, la sensación no es del todo agradable.
Sin embargo, es en los momentos en que cambias la música o la radio o bajas la atención por un momento, cuando más notas las correcciones. Es para prevenir esos "microdespistes" para los que el sistema está pensado, y es una gozada. Da mucha seguridad. Me refiero a esos momentos en que sin darte cuenta te has desplazado lateralmente medio metro o has empezado a trazar o a frenar un cuarto de segundo tarde, porque has quitado un segundo la vista de la carretera. No te habría pasado nada en la mayoría de ocasiones, pero el sistema te protege de esa vez que a lo mejor sí. Y para eso es. Los accidentes suelen ser concatenaciones de coincidencias sumadas a errores humanos. Un coche sale al carril rápido sin señalizar, el que venía por ese carril frena bruscamente, el de detrás de ese no lleva la distancia de seguridad y clava el freno y tú que vas tercero estabas saltando una canción que no te mola. Es un instante mínimo de desconcentración, pero en el momento equivocado. Y en esas circunstancias el sistema reacciona, normalmente, de manera instantánea y frena de tu parte. Porque no solo te guía por el trazado, también vigila los vehículos de delante.
La cosa que no me gusta y me obliga a corregirle es que siempre te centra en el carril, y a mí no me gusta ir por el medio cuando adelanto a otros vehículos en general y camiones en particular. Yo tiendo a arrimarme más a la línea del arcén. El coche te lleva por el centro del carril y yo siempre le "fuerzo" a separarse. No es algo que cueste en absoluto y supongo que con el tiempo me saldrá automáticamente y me olvidaré del gesto.
Lo que no va a hacer el sistema es conducir de nuestra parte ni evitarnos todos los accidentes. Habrá accidentes tanto porque el sistema no es perfecto en sus parámetros como porque sus parámetros no abarcan todas las situaciones, como porque hay situaciones en las que ni Kitt saldría bien librado. Pero si va a evitar muchos. Y llegará el momento en el que a la gente normal le dé miedo coger un coche a pelo, así sin asistencias.
El problema con los sistemas preventivos es justo ese, que son preventivos. No vamos a ver estadísticas de accidentes evitados, ni vidas salvadas, porque no se puede contabilizar, pero a pesar de sus "peculiaridades" el sistema de asistencia a la conducción y control de velocidad de crucero son una gozada.