Android Auto nos permitirá centrar más la atención en la conducción. La integración del teléfono en el vehículo y la posibilidad de controlarlo incluso desde los mandos del volante es toda una ventaja, así como un control por voz mucho mejor que el que ofrecen los fabricantes de automóviles.
Teniendo el móvil en el coche evitaremos que mucha gente manipule los teléfonos con la mano, pero aquí hay un punto oscuro, pudiendo llegar a contradecir el argumento inicial. Un mayor abanico de posibilidades de Android Auto también puede llegar a distraernos de la conducción, ya que cualquier actividad que hagamos al mismo tiempo que conducimos afecta a nuestras capacidades de conducción en forma de menor capacidad de reacción, lo que, directamente, se traduce en un mayor riesgo de accidentes.
Android Auto permitirá el uso de un mayor número de aplicaciones en los vehículos, pudiendo utilizar cada usuario las aplicaciones que más se adecuen a sus gustos o necesidades gracias a funciones como MirrorLink.
Por ejemplo, no tendremos que utilizar necesariamente el sistema de navegación propio del sistema, Google Maps. Pese a su buen funcionamiento, es probable que algunos usuarios prefieran utilizar otro navegador que tengas instalado en su terminal. Del mismo modo podremos escuchar la música almacenada en nuestro teléfono, como en casi cualquier otro sistema multimedia, pero tendremos la posibilidad de utilizar aplicaciones de terceros como Spotify o Pandora.