El consumo de gasolina es alto y, en general, bastante sensible al uso del acelerador. Más que en otras versiones de gasolina de potencia parecida que hemos probado. Para conseguir gastar poco hay que proponérselo y circular con mucha suavidad. Por ejemplo, hicimos tres recorridos comparativos, no muy largos pero significativos, con el Focus Sportbreak 1.5 de 150 CV, el Kia Ceed SW 1.0 de 120 CV y el Toyota Corolla Sports Tourer de 179 CV. En todos los casos el Toyota fue el que menos gastó y el Ford el que más.
El primer tramo fue de autovía (pero no nuestro recorrido habitual), procurando mantener unos 120 km/h. El Ford y el Kia, con los errores de consumo ya calculados, hicieron 7,1 y 7,0 l/100 km (aunque calcaron resultados de ordenador, 6,8) y el Toyota gastó 6,2 l/100 km (marcó 6,1). Un segundo trayecto por carretera a 90 Km/h, con algún adelantamiento, finalizó con una media de 7,5 l/100 km para el Ford, 5,0 l/100 km para el Kia y 3,8 l/100 km para el Toyota. Finalmente, en un tramo de carretera muy sinuoso, en subida y a ritmo rápido, el Ford gastó 23,0 l/100 km, el Kia 21,7 y el Toyota 16,5.
En el recorrido tradicional de consumo que hacemos en km77, por autovía a 120 km/h de velocidad media, el consumo real del Focus ha sido de 7,2 l/100 km, el del Ceed Tourer, 7,3 y el del Corolla, 6,8.