Yo creo que cada uno debe ajustar las presiones según los trayectos, peso de la carga, velocidad a la que se circule y sensaciones que te transmite en los dos casos. La forma de comprobar si llevamos las presiones adecuadas es medir como va el desgaste de los neumáticos. Cuando mejor se nota es cuando ya se llega a los testigos de desgaste, ya que entonces se ve las diferencia entre el desgaste externo e interno del neumático. La otra forma es controlarlo desde el inicio con una sonda de profundidad de precisión.
He hecho una búsqueda de todas las discusiones sobre presión de neumáticos y la mejor respuesta que he encontrado es esta de Miguelón.
Lo primero que hay que entender es que la pregunta "¿cuál es la presión ideal para mi coche?" se la ha de responder uno mismo, pues el factor decisivo que es el peso varía en cada caso según vayamos de cargados (por ejemplo, si llevamos o no rueda de repuesto) e incluso según estemos más o menos gordos.
El método propuesto por Miguelón es absolutamente correcto, pero tiene el problema de que es un poco lento porque hay que esperar a que se desgaste el neumático. Sin embargo, el principio de que en un neumático muy hinchado trabaja más el centro y en uno poco hinchado trabajan más los flancos es siempre válido, y por tanto se puede aplicar a otros métodos más inmediatos. Ahora os voy a mencionar dos, que no son necesariamente alternativos o intercambiables sino más bien sucesivos: el primero nos proporciona una primera aproximación y el segundo nos permite afinar.
Os pongo dos videos, desgraciadamente en inglés norteamericano porque no los he encontrado en español, en que se explican los métodos de la tiza y del termómetro. Os los enlazo ya empezados para ahorraros la introducción, aunque si queréis escucharla podéis verlos desde el principio.
El método de la tiza consiste en pintar el hombro del neumático, alargándonos un poco tanto sobre la banda de rodadura como sobre el flanco, y luego rodar con él para ver cómo se ha borrado la tiza. Lo que queremos es que se borre hasta el límite de la banda de rodadura (si no llega, es que está demasiado duro) pero que no se borre el flanco (si lo hace, es que va demasiado blando).
Podemos limitarnos a este método y simplemente registrar en el ordenador de a bordo el valor que obtengamos para que nos avise cuando empecemos a perder aire. Tiene la ventaja además de que al ser tan sencillo lo podemos emplear para cuando vayamos a hacer un trayecto con el coche más cargado, pues basta con recorrer unos pocos metros en la calle o incluso en el garage para tener una buena indicación y así ir tanteando hasta dar rápidamente con unas presiones convenientes.
Si luego ya queremos ajustar a la centésima, podemos utilizar el método del termómetro infrarrojo. Después de haber rodado un rato, hay que tomar mediciones en el centro y en los extremos de la banda de rodadura, e ir ajustando la presión hasta llegar a igualarlas. Es importante que el termómetro sea de uso técnico (con un amplio rango de temperaturas) y no solo sanitario (limitado a los 42º de la fiebre alta). He mirado un poco los precios (os pongo un enlace cualquiera al final) y parece ser que los hay desde unos 20 euros.
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